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dilluns, 14 de setembre del 2015

El turisme i la destrucció del món

"El turismo participa en la destrucción del mundo", dijo Paul Bowles. "Los turistas no dejan nada tras ellos, arrasan los países a su paso. nosotros lo sabemos de primera mano, y es que nunca fue tan fácil viajar que con ese aparato que se denominó avión. Considero que es un invento espantoso. Es ideal para el ganado. es ideal para transportar corderos, vacas y cabras hasta el matadero. Con el avión puedes desplazarte de manera ráìda, pero no viajar. Viajar supone mentalizarse  para partir durante meses, y no sólo algunas contadas y simples horas. Los turistas se burlan de esta idea. No importa adónde vayan, lo que quieren es llegar lo antes posible e instalarse en un hotel. Es todo lo que piden. No vienen para descubrir un país porque hoy en día la gente piensa única y exclusivamente en el factor tiempo. Se van de vacaciones tres o seis semanas, dependiendo de las posibilidades de cada uno. ¿De qué les vale? No hubiera sido mejor para ellos haberse quedado en casa?" Paul Bowles desarrolló esta idea en boca de Port, personaje de El cielo protector, a finales de los cuarenta: "La diferencia entre el turista y el viajero es que el primero acepta su propia cultura sin cuestionarla; no así el viajero, que la compara con las otras y rechaza los aspectos que desaprueba". A continuación, Bowles se compadece del ser humano que, sin ofrecer resistencia alguna, deja que el tiempo le estrangule, en lugar de ser él quien lo controle: "... mientras que el turista, por lo general, no tarda en regresar a su casa al cabo de semanas o meses, el viajero, siempre en condición de extranjero, se desplaza año tras año, y sucesivamente, a lo largo y ancho de la tierra". Pero Bowles sabe perfectamente que el verdadero viajero ha dejado de existir, y que el explorar otras culturas y civilizaciones se extinguió hacia los años veinte o treinta, para dar lugar a otro tipo de viaje, la visita placentera del turista. Las únicas personas quue todavía salen de su país para aventurarse en otro son aquellas que llevan a cabo misiones científicas, literarias, periodísticas o artísticas.


De Paul Bowles, el recluso de Tánger. El viaje de las voces, de Mohamed Chukri. Cabaret Voltaire. p. 25

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